Degradación
Leyendo hoy el periódico me he encontrado con una noticia, que no por conocida es simplemente preocupante: 7 de cada 10 profesores aseguran que los alumnos les faltan al respeto en clase.
De un tiempo a esta parte, la sociedad de este país se está convirtiendo en algo más parecido a una jauría que a una colectividad humana, en todos los aspectos. Una de las manifestaciones de este proceso de degradación, es lo que hoy se trata: el comportamiento en institutos.
Jóvenes de alrededor de los 15 o 16 años campan libres por las aulas, haciendo literalmente lo que les da la gana. Cierto es que toda generalización acarrea injusticia, y que existe un porcentaje de chicos que hacen las cosas como deben hacerse, pero no es menos cierto que un número muy significativo se comporta como animales.
El primer pensamiento que pasa por nuestra mente es la censura de sus actos, pero sería una irresponsabilidad quedarnos sólo ahí. De todos es sabido que los problemas suelen tener una raíz, un génesis y que si queremos solucionarlos, debemos atacar esa semilla, y no los innumerables brazos que crecen y se reproducen con cierta facilidad.
En el caso que nos ocupa, este núcleo problemático reside en nuestra propia sociedad y en parte en la naturaleza humana.
Basta con mirar una programación estandar de cualquier canal de televisión para percatarnos que los valores morales que arraigan en las manipulables mentes de los jovenzuelos son la vaguería, la golfería, la falta de educación y de respeto. O sea, NO DAR UN PALO AL AGUA.
Nos sorprendemos de estas cosas, y no entiendo por qué. Sólo hay que ver los pingües beneficios de un concursante medio de gran hermano, que sin haber hecho nada de nada, sólo insultar, decir chorradas y dar morbo, tiene la vida resuelta. Y qué vida oigan. Es natural, por tanto, que el chaval llegue a la conclusión de que lo mejor es hacer eso, el subnormal, para tener una vida llena de comodidades, sin responsabilidades y entregada al hedonismo.
No seamos hipócritas, todo tiene su razón. Esos mismos padres que se rasgan las vestiduras con los comportamientos inadecuados de sus hijos son los que luego desautorizan al profesor cuando éste los hace saber que su hijo es un gamberrete. "Mi hijo no es asi". Pues vaya si lo es, señora, vaya si lo es.
A ver cuando nos enteramos de una santa vez que un instituto en un lugar donde se ayuda a los chavales a aprender, no un pesebre donde educar a la manada, sin que los padres tengan que dar ni clavo. Claro, es más fácil mandarlos allí a desasnarlos y ver "donde estás corazón" que hablar con tu hijo y preocuparte de su vida, qué tal le ha ido, como lleva los estudios etc o educarle día a día en el respeto y la buena educación, animándole a pensar por si mismo y rechazar las manipulaciones que desde fuera quieren absorberle.
Somos unos vagos de cuidado, queremos tener hijos, pero luego no queremos tener la necesaria RESPONSABILIDAD en su educación. Más parece que tengamos aspiradoras o lavadoras, que hijos.
Con ello, noticias como la que abren estas lineas no son más que consecuencias lógicas y esperadas de un proceso de degradación social que mucho me temo tiene pocos visos de cambiar. Una pena.
De un tiempo a esta parte, la sociedad de este país se está convirtiendo en algo más parecido a una jauría que a una colectividad humana, en todos los aspectos. Una de las manifestaciones de este proceso de degradación, es lo que hoy se trata: el comportamiento en institutos.
Jóvenes de alrededor de los 15 o 16 años campan libres por las aulas, haciendo literalmente lo que les da la gana. Cierto es que toda generalización acarrea injusticia, y que existe un porcentaje de chicos que hacen las cosas como deben hacerse, pero no es menos cierto que un número muy significativo se comporta como animales.
El primer pensamiento que pasa por nuestra mente es la censura de sus actos, pero sería una irresponsabilidad quedarnos sólo ahí. De todos es sabido que los problemas suelen tener una raíz, un génesis y que si queremos solucionarlos, debemos atacar esa semilla, y no los innumerables brazos que crecen y se reproducen con cierta facilidad.
En el caso que nos ocupa, este núcleo problemático reside en nuestra propia sociedad y en parte en la naturaleza humana.
Basta con mirar una programación estandar de cualquier canal de televisión para percatarnos que los valores morales que arraigan en las manipulables mentes de los jovenzuelos son la vaguería, la golfería, la falta de educación y de respeto. O sea, NO DAR UN PALO AL AGUA.
Nos sorprendemos de estas cosas, y no entiendo por qué. Sólo hay que ver los pingües beneficios de un concursante medio de gran hermano, que sin haber hecho nada de nada, sólo insultar, decir chorradas y dar morbo, tiene la vida resuelta. Y qué vida oigan. Es natural, por tanto, que el chaval llegue a la conclusión de que lo mejor es hacer eso, el subnormal, para tener una vida llena de comodidades, sin responsabilidades y entregada al hedonismo.
No seamos hipócritas, todo tiene su razón. Esos mismos padres que se rasgan las vestiduras con los comportamientos inadecuados de sus hijos son los que luego desautorizan al profesor cuando éste los hace saber que su hijo es un gamberrete. "Mi hijo no es asi". Pues vaya si lo es, señora, vaya si lo es.
A ver cuando nos enteramos de una santa vez que un instituto en un lugar donde se ayuda a los chavales a aprender, no un pesebre donde educar a la manada, sin que los padres tengan que dar ni clavo. Claro, es más fácil mandarlos allí a desasnarlos y ver "donde estás corazón" que hablar con tu hijo y preocuparte de su vida, qué tal le ha ido, como lleva los estudios etc o educarle día a día en el respeto y la buena educación, animándole a pensar por si mismo y rechazar las manipulaciones que desde fuera quieren absorberle.
Somos unos vagos de cuidado, queremos tener hijos, pero luego no queremos tener la necesaria RESPONSABILIDAD en su educación. Más parece que tengamos aspiradoras o lavadoras, que hijos.
Con ello, noticias como la que abren estas lineas no son más que consecuencias lógicas y esperadas de un proceso de degradación social que mucho me temo tiene pocos visos de cambiar. Una pena.
posted by Álvaro at
3:01 p. m.
4 Comments:
creo que ya lo dije en mi blog hace no demasiado tiempo, pero bueno, siempre viene bien recordarlo:
en una cadena de television hablaban sobre esto en un telediario. daban paso al reportajillo diciendo "¿que papel juegan y han de jugar los profesores, alumnos y padres en todo esto?"
esta claro:
1- Profesores: Educar, motivar y no humillar al alumno.
2- Alumno: Hacer lo que debe hacer, es decir, estudiar y atender en clase.
3- Padres: Preocuparse por el hijo, atenderle, ayudarle y educarle bien en lugar de dejarle pudriendose delante de la caja tonta viendo programas como gran hermano y tertulias del corazon en las que, efectivamente, se exalta la vida vaga y repleta de insulto y difamacion.
asi a donde vamos es a la destruccion absoluta, porque al ritmo que va el tema, no creo que a las universidades llegue mucha gente a partir de ahora, y en los modulos tampoco creo que puedan hacer mucho dado que se habran acostumbrado a tocarse el penezuelo en todos los años anteriores.
lo bueno sera para los que si que lleguen a la universidad y completen sus estudios, porque acabaran cobrando una pastaza monumental por ser los unicos capaces de hacer algo mas que freir una hamburguesa, servir un cafe o fregar un baño (trabajos por otra parte respetabilisimos como el que mas, pero para el que no se requiere demasiada preparacion, ya sabeis a lo que me refiero)
enga Al, saludetes :)
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Anónimo, at 2:06 a. m.
Pos yo creo q lo q hace falta es mano dura en los institutos
Que un gilipollas de 15 años se tira un eructo en clase y se rasca las bolas mientras un profesor le pide q se comporte? Expulsao 15 días de clase
Y a las 3 expulsiones QUE SE LE DENIEGE DE POR VIDA EL TÍTULO QUE ESTÉ CURSANDO, NI GARANTÍA SOCIAL NI POLLAS (ESO xq generalmente los q pasan a bachillerato son más responsables).Y ya está! Cuando vean q lo único q van a hacer en su puta vida es recoger basura o limpiar cristales (empleos que respeto y que son muy dignos, que no todo el mundo tiene por qué tener una carrera eh?) si kieren darse cuenta pues que lo hagan, y si no pues ellos verán.
Mano dura de verdad, que cuando sientan que la tercera y última oportunidad de la sociedad les sopla en el cogote se den cuentan de q o cambian o se putean de por vida.
La relación tele-educación influye, pero por mucho q se advierta a las cadenas les suda la polla xq lo unico q kieren es crear borregos y ganar dinero con ellos. Si se IMPUSIERAN unos códigos éticos en los q la aparición de personajes como Coto Matamoros supusiera una multa de un millón de euros verás q pronto cambiaba la cosa.
Uf q agusto me e kedao pa ser mi primera aparición en un invento de estos xD
Saludos, Ferry
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Anónimo, at 8:52 p. m.
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Álvaro, at 1:44 p. m.
No soy yo el que generaliza, no hay más que ver el titular del periódico, 7 de cada 10 profesores (o sea, un 70%) denuncia que le faltan al respeto en clase(no lo digo yo). Personalmente me parece un porcentaje preocupante.
No os quedéis solo en el tema de las aulas, que simplemente es la punta del iceberg. Esto no se va a arreglar con mano dura, porque es precisamente el que debería utilizarla el que está corrompido.
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Álvaro, at 1:49 p. m.
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