"Intrusismo" laboral
Hay que ver la de cosas extrañas que pasan en el mundo. Una de las más intrigantes y chocantes es el "intrusismo" laboral; lo de intrusismo entre comillas pues intento no darle ese sentido peyorativo que todos hemos pensado ya.
Con esto me estoy refiriendo a los malabarismos laborales que sufrimos sobre todo los poseedores de algún título universitario. Es común acabar desempeñando un trabajo que no tiene absolutamente casi nada que ver con las ideas que uno tenía cuando se decidió a enfrentarse a determinados estudios.
Pongamos un ejemplo. Licenciado en física, como es mi caso. Con un alto grado de probabilidad, se puede caer en el noble oficio de la programación informática.
Que digo yo, que los ingenieros informáticos estarán para algo. Pues hete aquí, que gran proporción de programadores no son profesionales que en primera instancia quisieran dedicarse a ello.
Licenciados en química dando clases de física (menudo horror, luego que los chicos no entienden nada), matemáticos trabajando en tareas económicas, telecos consultores...
La lista es interminable.
Lo gracioso de todo esto es que a nivel profesional, a todo el mundo le escandalizaría que llamases a un fontanero y te viniese el electricista al cambiar los grifos, o llamases al cerrajero y viniese un mecánico a tirarte la puerta.
Sin embargo, pasa completamente desapercibido el hecho de que los universitarios estamos "revoltijados", realizando trabajos para los que no hemos hincado los codos, que estarían mejor hechos por alguien que tuviese verdadera vocación.
Pero en fín, que le vamos a hacer, hay que ganarse las lentejas. El día menos pensado, tendremos que coger un látigo y una silla y domar leones. Si cuando digo que zapatero a tus zapatos...
Con esto me estoy refiriendo a los malabarismos laborales que sufrimos sobre todo los poseedores de algún título universitario. Es común acabar desempeñando un trabajo que no tiene absolutamente casi nada que ver con las ideas que uno tenía cuando se decidió a enfrentarse a determinados estudios.
Pongamos un ejemplo. Licenciado en física, como es mi caso. Con un alto grado de probabilidad, se puede caer en el noble oficio de la programación informática.
Que digo yo, que los ingenieros informáticos estarán para algo. Pues hete aquí, que gran proporción de programadores no son profesionales que en primera instancia quisieran dedicarse a ello.
Licenciados en química dando clases de física (menudo horror, luego que los chicos no entienden nada), matemáticos trabajando en tareas económicas, telecos consultores...
La lista es interminable.
Lo gracioso de todo esto es que a nivel profesional, a todo el mundo le escandalizaría que llamases a un fontanero y te viniese el electricista al cambiar los grifos, o llamases al cerrajero y viniese un mecánico a tirarte la puerta.
Sin embargo, pasa completamente desapercibido el hecho de que los universitarios estamos "revoltijados", realizando trabajos para los que no hemos hincado los codos, que estarían mejor hechos por alguien que tuviese verdadera vocación.
Pero en fín, que le vamos a hacer, hay que ganarse las lentejas. El día menos pensado, tendremos que coger un látigo y una silla y domar leones. Si cuando digo que zapatero a tus zapatos...