OPA indigesta
Hoy tenía dudas acerca de cual podría ser el tema a tratar, en principio me había decantado por la lamentable imagen del Real Madrid frente al Arsenal, pero como estas cosas tienen partido de vuelta, y nada mas lejos por mi parte que tener que cerrar el pico por una remontada blanca, la cual deseo aunque sinceramente no creo, al final he elegido el interesantísimo tema de la OPA a Endesa por parte de ¿Gas natural? No! (y aquí viene lo bueno) sino la OPA de E.ON.
Muchos lectores habrán decidido ya dejar de leer, pensando que lo que sigue es un insufrible arrejuntamiento de letras que tratan sobre economía. Pues no queridos lectores, esto tiene de todo, menos de economía, y la culpa de ello es, como no, del desgobierno que nos toca padecer a los españolitos.
Hace escasamente una semana, todo eran bengalas, y brindis con champan del gobierno con La Caixa; la OPA hostil lanzada por gas natural tenía visos de frucutificar. Pero hete aquí, que en un sanísimo ejercicio de competencia empresarial, aparece un grupo alemán dispuesto a pagar más de los ridículos 21 euros por acción que se ofrecían por parte de la gasista.
¿Qué haría un gobierno limpio y cabal? Supervisar la operación, cuidando de que no se violaran las leyes anti monopolio europeas y poco más, o sea, lo lógico en una economía de mercado tendente a la liberalización.
Pues no, aquí somos la hostia. El gobierno, saca las uñas y anuncia su intervención para evitar que el grupo alemán pueda, con su legítimo derecho, ofrecer una cantidad muchisímo más justa a los accionistas que, en uso de su libertad, decidan vender sus títulos.
Es curioso que este mismo gobierno hable de "mantener la españolidad de la compañía", pero a la vez sostenga a una empresa 4 veces más pequeña que la "opada"y que para más inri, está controlada por el primer banco catalán, La Caixa. Y es que sin los cuates gubernamentales, la opa de gas natural es virtualmente imposible, como en su día lo fue la lanzada por Sacyr-Vallehermoso al BBVA. (Y mira que lo intentaron)
Cabe preguntarse ahora qué arroja a un gobierno a ser tan descaradamente sectario y, sí, repitan conmigo IN-TER-VEN-CIO-NIS-TA, en un asunto económico entre empresas privadas.
¿Quizá tenga la culpa los 1000 millones que el señor Montilla adedua a La Caixa y que, según pasa el tiempo, más se ve que no piensa devolver? ¿Es posible que el estatuto catalán, en donde aparece cláramente una referencia a la creación de GRANDES COMPAÑÍAS ENERGÉTICAS PARA BENEFICIO DE CATALUÑA sea otra piedra de toque zapateril?
Por favor, no nos tomen por gilipollas y dejen de intervenir en un asunto económico tan claro entre empresas privadas, dejen de comportarse como Al capone, que los años 20 ya pasaron y el mafioso operaba en América.
La actuación del gobierno roza, por no decir traspasa, el límite del delito, y raro será que Europa no nos de un toque, como ya se ha dejado caer desde el parlamento europeo.
Y es que las deudas, deudas son y si no se pagan con millones, se pagan con favores. Pero esta vez, le ha salido al gobierno un problemón del tamaño de una montaña alemana. Menuda digestión de OPA les espera.
Muchos lectores habrán decidido ya dejar de leer, pensando que lo que sigue es un insufrible arrejuntamiento de letras que tratan sobre economía. Pues no queridos lectores, esto tiene de todo, menos de economía, y la culpa de ello es, como no, del desgobierno que nos toca padecer a los españolitos.
Hace escasamente una semana, todo eran bengalas, y brindis con champan del gobierno con La Caixa; la OPA hostil lanzada por gas natural tenía visos de frucutificar. Pero hete aquí, que en un sanísimo ejercicio de competencia empresarial, aparece un grupo alemán dispuesto a pagar más de los ridículos 21 euros por acción que se ofrecían por parte de la gasista.
¿Qué haría un gobierno limpio y cabal? Supervisar la operación, cuidando de que no se violaran las leyes anti monopolio europeas y poco más, o sea, lo lógico en una economía de mercado tendente a la liberalización.
Pues no, aquí somos la hostia. El gobierno, saca las uñas y anuncia su intervención para evitar que el grupo alemán pueda, con su legítimo derecho, ofrecer una cantidad muchisímo más justa a los accionistas que, en uso de su libertad, decidan vender sus títulos.
Es curioso que este mismo gobierno hable de "mantener la españolidad de la compañía", pero a la vez sostenga a una empresa 4 veces más pequeña que la "opada"y que para más inri, está controlada por el primer banco catalán, La Caixa. Y es que sin los cuates gubernamentales, la opa de gas natural es virtualmente imposible, como en su día lo fue la lanzada por Sacyr-Vallehermoso al BBVA. (Y mira que lo intentaron)
Cabe preguntarse ahora qué arroja a un gobierno a ser tan descaradamente sectario y, sí, repitan conmigo IN-TER-VEN-CIO-NIS-TA, en un asunto económico entre empresas privadas.
¿Quizá tenga la culpa los 1000 millones que el señor Montilla adedua a La Caixa y que, según pasa el tiempo, más se ve que no piensa devolver? ¿Es posible que el estatuto catalán, en donde aparece cláramente una referencia a la creación de GRANDES COMPAÑÍAS ENERGÉTICAS PARA BENEFICIO DE CATALUÑA sea otra piedra de toque zapateril?
Por favor, no nos tomen por gilipollas y dejen de intervenir en un asunto económico tan claro entre empresas privadas, dejen de comportarse como Al capone, que los años 20 ya pasaron y el mafioso operaba en América.
La actuación del gobierno roza, por no decir traspasa, el límite del delito, y raro será que Europa no nos de un toque, como ya se ha dejado caer desde el parlamento europeo.
Y es que las deudas, deudas son y si no se pagan con millones, se pagan con favores. Pero esta vez, le ha salido al gobierno un problemón del tamaño de una montaña alemana. Menuda digestión de OPA les espera.