El Latigazo

25.5.05

Días ajetreados

Sólo un momento para decir que el blog no ha muerto, la falta de nuevos post obedece única y exclusivamente a la falta de tiempo. Espero sacar un huequecito en estos días para seguir dando mi particular visión del mundo.

Un saludo a tod@s.

12.5.05

Debate sobre el estado de "lo que queda" de la nación

Así es queridos amigos, lo que queda, que visto y oído lo que nuestro "querido" presidente y sus adláteres piensan, es bastante poco.

Seguramente muchos lectores se estarán preguntando cómo es posible que muestre gran interés acerca del debate sobre el estado de la nación. Al fin y al cabo, no es más que aburridos monólogos, unos después de otros, de personas que parecen afiliados al club de la comedia, pero que en este caso la situación no provoca la más leve mueca de sonrisa.

Nada más lejos de la realidad. Como ciudadano que soy, me interesa conocer las diferentes posturas de aquellos que rigen los destinos de mi país. Con ello consigo hacerme una idea de si el gobierno es un desgobierno o no, si la oposición ejerce como tal o se refiere con ese nombre a los famosas pruebas de funcionariado, si los grupúsculos mixtos que pululan por la cámara baja tienen más poder que Dios... en definitiva, que me preocupa la salud de nuestra democracia.

Resulta pavoroso que la gran mayoría de la ciudadanía no tiene ni pajolera idea de estas cosas y renuncia a perder unas horas de su miserable existencia en INFORMARSE de cómo va su país. "Esto es muy aburrido","ya se lo que me van a decir", "son todos unos ladrones" etc etc etc.

A resultas de esta actitud, la desvirtuación de la democracia es un lamentable pero corroborable hecho. El votante ya no vota porque tiene una idea madurada, lo más ecuánime y verdadera posible sino que lo hace guiado mayormente por la propaganda de los medios de comunicación, preferentemente prensa y quizá radio y tv, los cuales tamizan la información y la sirven "precocinada" a sus incautas cobayas, indefensas ante el "brainwashing" al que son sometidas.

No señores, esto no es democracia. La democracia es más que votar cada 4 años, es responsabilidad, es información veraz y contrastada, es sopesamiento de las opciones, es decición libre y no manipulada.
Y es respeto, tolerancia, orden y disciplina.

Lo que hoy han escuchado mis oidos de boca del presidente del gobierno es algo que no debería ser pasado por alto por la ciudadanía. Siéntense, relájense, y por una vez en su puñetera vida piensen lo que estamos a punto de obtener si no se obra con responsabilidad, moral y rectitud.

La democracia, como la paz, hay que ganársela y pelearla todos los días. Y aquí hay alguien que nos está vendiendo. Y esto en mi tierra se llama TRAIDOR.

1.5.05

El rabanito

Hace ya tiempo, escuché por la radio una entrevista con Carlos Salvador Bilardo, ex-seleccionador argentino. En ella, el primer espada de la teoría "Bilardista" del fútbol arremetía contra su compatriota y rival Cesar Luis Menotti. En un momento de la interviú se refirió a él como "el rabanito". Este mote venía propiciado por la curiosa propiedad de estos tubérculos, que no es más que su cambio de color de exterior con respecto al interior. "Menotti es como un rabanito, que por fuera es blanco, pero por dentro es rojo".

No le faltaba razón a Bilardo, suele ser muy común encontrarnos por la vida con numerosos rabanitos, personas que ganan nuestra confianza comportándose de una manera, para realmente ser auténticas víboras y estar podridos por dentro.

Hay que tener mucho cuidado con los rabanitos, pues acechan en cualquier lugar. Sus posiciones en la vida suelen ser siempre de equidistancia, ese sí pero no, cual gallego atribulado bajando las escaleras, que nunca sabes si sube o si baja. La falsedad con la que hacen gala resulta indignante a los ojos de los demás, pero ellos siguen su plan siempre al pie de la letra.

Dicen que el halago debilita, y es cierto. Los rabanitos son auténticos expertos en la materia del halago gratuito. Es por ello que, como humanos que somos, somos presas fáciles para ellos si descuidamos nuestra modestia.

Los peores momentos son aquellos en que un gran amigo se convierte en un rabanito. La decepción es bastante grande, y claro está, las cosas no vuelven a ser las mismas. Y es que los intereses egoistas a veces resultan una losa demasiado pesada al compararse con la supuesta amistad que se tenía.

Lo mejor con los rabanitos es evitarlos y aprender a descubrirlos antes de que nos puedan joder. Desconfiad de aquellos que hagan demasiadas ostentaciones respecto a diversas situaciones que ellos nunca harían. Por la boca, suele morir el pez.

En resumen, que la mejor medicina es la prevención. Los rabanitos, mejor en ensalada.